La idea del artículo original me parece increíble. Pienso además de que si fuesen leídas, sería incluso mejor. Podrían grabarse
lecturas digitales y distribuirse electrónicamente. Lecturas electrónicas y
automatizadas de obras de Neruda serían también otra interesante propuesta de
nexo entre mundos de papel y bits. No obstante, como todo ruido existe mientras
pueda ser escuchado, los paladares exquisitos podrían favorecer en valorar,
enseñar y mantener la fruta de temporada, mientras no excluyan al resto
interesado en probarla, sino que incentiven a hacerlo y aprender de ella.
Si por qué esto no ocurre aún en todo, por qué esto no se repite luego de una
iniciativa y por qué esto no es sentido común es, hermanos míos, lo que debemos
reflexionar y tomar acción mientras estemos vivos y tengamos la energía y pasión
de hacerlo. Y cuando no, pasar la posta.