Hoy, 21 de abril de 2025, nos unimos en reflexión ante el tránsito de un líder espiritual cuya influencia trascendió fronteras, credos y generaciones. Francisco, quien a lo largo de su vida se convirtió en guía de muchas almas, ha partido a la eternidad a la edad de 88 años, dejando un legado de humildad, sabiduría y servicio que marcó a masones y profanos por igual.
Muchos masones lo reconocieron como guía, pues su mensaje trascendía toda afiliación particular y se arraigaba en los principios universales de la humanidad: la justicia, la paz y la búsqueda incansable de la verdad. Su voz, siempre orientada hacia la construcción de puentes y la reconciliación, sirvió como faro en tiempos de incertidumbre y crisis.
En su camino, no solo inspiró a quienes profesaban la fe, sino también a quienes buscan la luz a través del pensamiento, el humanismo y la acción justa.
Su recuerdo se une a la memoria de otros grandes líderes espirituales que han dejado una huella indeleble en la humanidad: Mahatma Gandhi, Martin Luther King Jr., la Madre Teresa de Calcuta, entre tantos otros que con su ejemplo nos enseñaron que la luz puede vencer la sombra y que el servicio a los demás es el mayor principio de todo verdadero iniciado.
Hoy, más que nunca, su legado nos invita a reflexionar sobre la necesidad de unidad en un mundo fragmentado por el conflicto. Su enseñanza nos impulsa a actuar con justicia, con razón y con fraternidad, recordándonos que el verdadero liderazgo no se impone, sino que se ejerce con humildad y dedicación.
Como Soberanos Santuarios del Rito Antiguo y Primitivo de Memphis, reafirmamos nuestro compromiso con los principios universales que guían a todos los buscadores de luz. En su honor, renovamos nuestra dedicación a la obra masónica y a la construcción de un futuro donde la sabiduría, la libertad y la justicia sean los pilares de la sociedad.
Que el recuerdo de su obra nos inspire a seguir adelante con firmeza, reconociendo que el legado de los grandes líderes no se extingue con su partida, sino que se fortalece en cada acción que emprendemos para engrandecer la humanidad.