"...hemos venido a cavar tumba a los vicios..."
La sabiduría[1] la debemos de entender como una conducta prudente-equilibrada en todos y cada uno de nuestros actos de vida. Para que en el momento que nos es requerido lo podamos aplicar y enseñar si se requiere primero con el ejemplo de nuestros actos. Es la ilusión[2] de intentar encontrar el justo medio de nuestro accionar en cada uno de los instantes de nuestra existencia. Para nosotros los aprendices[3] de eso que se llama escuela de la vida, es mediante la educación , como un sendero a seguir, cuyo objetivo fundamental es conseguir la moderación y el dominio de uno mismo, imitando el orden y la armonía del universo[4].
Si son cinco los dedos de la mano, los cuales, son y deben ser buenos hermanos-colaboradores en un proceso de ayuda reciproca[5]. Puede ser una hermosa coincidencia pero el conjunto mínimo de pasos a seguir para lograr un inicio en el camino de la sabiduría, son cinco, en eso que hemos llamado proceso para ser cada día mejores y más prudentes:
- Silencio, aprender a guardarlo y mantenerse en él. [6]
- Escuchar, con todos los sentidos biológicos, pero, además con el corazón[7].
- Recordar, y tener siempre presente que vivimos en un universo inter-conectado y que cada uno de nuestros actos, mañana nos pasara la boleta[8].
- Practica, es fundamental tener esa conexión entre el ser teórico y el hacer practico[9].
- Enseñar, no es un privilegio de alguno, sino es una obligación de cada uno de nosotros[10].
La historia y las leyendas de todos los pueblos nos recuerdan que la primera orden que debemos aprender-cumplir es el silencio para saber escuchar, lo que se nos desea transmitir[11]. Por ejemplo, en más de un punto del ritual del Rito Antiguo y Primitivo, en cada uno de sus diferentes grados, nos recuerdan con carácter de imperio:
"... silencio QH∴ míos estamos en Logia..."
La sabiduría debe ser entendida más allá de un conocimiento profundo en cualquier ciencia, se busca y se privilegia un saber-comprender la naturaleza humana con todos sus vicios y virtudes. ↩︎
La ilusión es una mirada de los sucesos del espacio tiempo desde nuestra única y personal óptica ↩︎
En general en las Ordenes de la Masonería existe tres grados o niveles (Aprendices-Compañeros -Maestros), pero, más allá de esa categoría debemos tener presente que siempre somos aprendices, dado que existe una afirmación que viene de una etapa anterior al Oráculo de Delfos y ella es: "Sólo sé que nada conozco". ↩︎
Es una concepción de educación tomada-copiada de supuestos manuscritos Pitagóricos, que conocemos como tales en los llamados "Versos de Oro". ↩︎
La mano la podemos considerar como la primera herramienta que hemos usado y aplicado en ese proceso de caminar hacia ese proceso de transformación de hombre habil-diestro. ↩︎
La orden más dura, difícil y terrible que todo iniciado debe obedecer-acatar es el llamado al silencio. El silencio nos permite encontrarnos con nosotros mismos en una mirada hacia nuestro mundo interior de ideas y pensamientos ↩︎
El acto de escuchar posee una doble dimensión, en la línea que debemos estar atentos a todo lo que va sucediendo a nuestro alrededor y para saber leerlo en forma plena, además de poner en alerta todos nuestros sentidos(cuerpo físico), debemos agregar eso que muchos llaman espíritu. ↩︎
Lo más elemental y fundamental de todo ser humano es recordar que existen elementos y circunstancias que nos identifican; por cierto que se nos pide más que un saber enciclopédico, lo esencial, solicitado es que no nos olvidemos que somos hijos de un mismo Padre, y por tanto el otro es mi Hermano, y por tanto le debo respeto-dignidad en sus deberes y derechos. ↩︎
Para dar inicio a eso de poner en práctica lo aprendido, es fundamental tener un nivel de osadía-experticia, en el sentido que debemos saber que el error-fracaso en nuestro hacer es el pan de cada día, por ello, lo fundamental no es equivocarse-caerse-fracasar, sino volver a levantarnos, y si ello se logra es que realmente hemos sabido aprender. ↩︎
Cada uno de nosotros sabe y domina una parte del saber, por tanto, no existen los privilegiados del conocimiento, en esa dimensión es una obligación de cada uno de nosotros, en cualquiera de sus condiciones-títulos-grados-niveles entregar lo que sabemos a quienes deseen aprender. ↩︎
En el libro de "Las mil y una noche", existen dos noches muy especiales dado que en ellas se relata el proceso que debe seguir un iniciado para adquirir la categoría-nivel-ordenación de Sufís, ellas, las noches, son la 651 y 652, "Historia del joven que deseaba aprender la ciencia de la vida", Tomo III, Aguilar quinta edición. Mexico 1997. ↩︎