La ética dice relación con el ser y el hacer del comportamiento humano; sus principios y bases sobre la vida; las normas y pautas de la conducta humana; su carácter y temple en la dimensión de su acción social. En la línea de ser una rama de la filosofía, ella es la encargada de estudiar:

• Lo correcto o equivocado del comportamiento humano.
• Teniendo el centro en el conjunto de las acciones de los hombres, se preocupa en todo lo relativo a:
  1. El bien
  2. La virtud
  3. El deber
  4. La felicidad
  5. La vida realizada y lo esperado de ello.

En la intención de conocer-comprender-entender la ética debemos tener una respuesta, al menos a dos preguntas:

1. ¿Qué es un acto ético o qué entendemos por un acto de connotación ética?
2. ¿Cómo se justifica racionalmente un sistema moral y su aplicación a nivel personal y en la dimensión social?.

Para ello nos hemos formulado una hipótesis: En la medida que los grupos humanos crecen, sus relaciones se van haciendo cada vez más complejas.

• El crecimiento lo debemos entender en la dimensión de lo cuantitativo, es decir, hay más miembros, por tanto la cantidad de recursos-energía que se requieren para satisfacer las necesidades operativas del grupo, crece y en forma paralela existen elemento cualitativos que entran rápidamente a escena, por ejemplo, la simple identificación de cada uno de ellos y sus funciones en el aparato organizacional.
• Al existir una demanda creciente de energía-bienes se deben crear los mecanismos de acopio-guarda-mantención de los mismos, con un canon-normas-leyes-instrucciones para su operatoria-uso y manejo.
• Es fundamental, la creación de un cuerpo capaz de tener bajo su mando el poder de hacer uso de la fuerza, por tanto poseen las armas necesarias y requeridas, además, en forma paralela o de manera directa la función de dirimir en conciencia y en derecho, las naturales diferencias entre los diversos grupos demandantes de recursos y energía, pero, ellos no siempre son suficiente, son sobrepasados por los acontecimientos del día a día.
• Se requiere por tanto que exista un ente-ser-dios que sea muy poderoso, capaz de juzgar a todos y que se encuentre por sobre cada uno de ellos, en forma independiente de las dignidades que cada cual posea^[1].

Una mirada a un hecho significativo

Hace unos 70 mil años los grupos humanos comenzaron a separarse definitivamente de los otros animales de la selva-pradera, dado que ellos comienzan a practicar una ceremonia con un ritual mediante el cual se procede a enterrar-guardar-preservar a sus muertos, las razones pueden ser muchas, por ejemplo:

• Para no seguir practicando el canibalismo y dicha alternativa reservarla sólo para situaciones especiales o casos limites o extremos^[2].
• Con el fin de evitar que otros depredadores los devoraran^[3].
• En una creencia basada en una dualidad: la existencia en cada uno de nosotros de un cuerpo físico y un otro de carácter especial (alma-esencia viviente-espíritu de la vida-soplo divino-aliento divino (Génesis 2:7)).
• Se da comienzo a una creencia, con carácter de imperativo que se debía guardar o conservar el cuerpo físico, dado que alma-espíritu-aliento vital en algún instante posterior retornaría -volvería, y cuando ello suceda se tiene la certeza que su cuerpo estaría disponible.

De las civilizaciones más antiguas existentes en occidente, Sumerios^[4] y Egipcios. Existen normativas claramente establecidas vía documentos de cómo proceder en una ceremonia de difuntos. Pero, es de los Egipcios de los que tenemos un registro de historia escrita^[5] más o menos detallado de la vida y de los acontecimientos que les toca vivir.
La vida y la muerte van de la mano, de ellos, los Egipcios, sabemos y tenemos meridiana claridad de como enfrentan todo este proceso del sepulcro, como el lugar de la espera y de los tratamientos a los cuales se debía someter el cuerpo del fallecido. En el Antiguo Egipto el sarcófago estaba relacionado con los rituales de embalsamiento y momificación, tendentes a conseguir la vida eterna. Los sarcófagos eran depositados en mastabas^[6], pirámides, hipogeos^[7], y otros tipos de sepulturas o edificaciones funerarias. Son destacables los sarcófagos antropomorfos elaborados en piedra, oro, plata o madera policromada. Es célebre el de Tutankamon, faraón de la dinastía XVIII. Estaba elaborado en cuarcita y albergaba tres ataúdes y la momia, que portaba una máscara funeraria de oro y piedras preciosas

Podemos señalar algunos detalles esenciales:

• El alma - espíritu - soplo vital al separarse del cuerpo comienza un viaje, en dicho trayecto debe sortear una serie de pruebas, para ser admitido en el Paraíso-Cielo-Lugar ideal.
• Desde el Libro de las Pirámides^[8], hay todo un proceso evolutivo el cual culmina con el llamado Libro de los Muertos. En un principio, el Libro de los Muertos fue escrito en jeroglífico cursivo, más tarde en hierático, y decorado con algunas viñetas que hacían alusión al contenido del texto, la riqueza del fallecido, su dignidad sacerdotal y/o puesto en la dinastía reinante. Con un conjunto de oraciones, conjuros, plegarias, preguntas y respuestas a los diferentes dioses que interrogan el alma. En casi ninguno de ellos solía faltar la famosísima representación de la pesada del alma ante el tribunal de Osiris y la confesión negativa ante los cuarenta y dos jueces del Inframundo, momento del viaje del difunto que se desarrolla en el pasaje CXXV^[9].
• Con el advenimiento de las religiones monoteístas (Judaísmo, Cristianismo e Islam), la mirada cambia en el sentido que emerge la figura del cementerio, en donde todos los habitantes de la comunidad tienen cabida^[10], en igualdad de condiciones, dado que finalmente seremos todos juzgados cuando suenen las trompetas de la resurrección.
• Bueno señalar que existen agrupaciones que no son una religión, pero, que poseen una presencia nacional, en donde ellos tienen principios de guía tales como:
  1. En una logia Masónica se cavan tumbas a los vicios y se construyen altares a la virtud.
  2. Poseen un culto al trabajo, (laboran de medio día a media noche), como un mecanismo para inculcar a sus miembros ese sentido establecido en la única oración que Jesús el Cristo del Nuevo Testamento, el Padre Nuestro (Mateo 6:5-14; Lucas 11:2-4).

A modo de colofón

Tenemos que finalmente siempre seremos interrogados-juzgados-consultados por nuestro comportamiento en esta forma de vida, y dependiendo del resultado de dicho proceso nos iremos a vivir a un lugar mucho más favorable que el terrenal o de lo contrario las penas y castigos serán terribles.