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El Ritual Fúnebre Masónico

Exploración de los aspectos simbólicos y filosóficos del ritual fúnebre en la masonería, destacando su profundo mensaje sobre la mortalidad, la fraternidad y la vida virtuosa.
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El Ritual Fúnebre Masónico

El Ritual Fúnebre Masónico[1]

El ritual fúnebre es una ceremonia de asistencia obligatoria, y de carácter solemne y profundamente simbólico que se lleva a cabo para honrar la vida y el legado de un hermano masón fallecido o para recordar a los hermanos que decoran el oriente eterno y que han pertenecido a nuestro oriente Memphita[2]. Este ritual refuerza los lazos de fraternidad y la creencia en la inmortalidad del alma. Y también representa una lección para nosotros[3].

“Los honores rendidos a los difuntos sirven principalmente como lecciones para los vivos, recordándonos la proximidad de nuestra propia muerte”[4].

A pesar de los constantes recordatorios de mortalidad, tendemos a olvidar que nuestra vida es finita, y nos sorprendemos cuando la muerte llega inesperadamente[5]. El valor de la riqueza, la belleza y el poder, que le damos en nuestra vida, se desvanecen ante la muerte, y nos insta a reflexionar sobre la vida en su estado más puro y despojado de adornos.

“En la tumba, todas las diferencias y distinciones se disuelven, y solo las virtudes y acciones meritorias perduran”[6].

El ritual fúnebre es una reflexión sobre la naturaleza transitoria de la vida y la igualdad que la muerte impone a todos los seres humanos. En el contexto de una tenida fúnebre masónica, estas palabras resuenan profundamente, ya que la masonería valora la introspección y mejora lo personal. La reflexión sobre la muerte y la impermanencia de las cosas materiales sirve como un poderoso recordatorio de la importancia de vivir una vida virtuosa y de prepararse para la eternidad. La caridad y el perdón hacia los errores de los demás son enfatizados, recordándonos que la perfección no se alcanza en la tierra, y que debemos aprender tanto de las virtudes como de las debilidades de los demás.

Esta mirada no solo honra la memoria del difunto, sino que invita a los presentes a pensar sobre sus vidas y a considerar la importancia de la preparación espiritual y moral.

El ritual fúnebre masónico se realiza para rendir homenaje al hermano fallecido, consolar a los familiares y amigos, y reafirmar los principios y valores masónicos. Es una oportunidad para reflexionar sobre la vida, la muerte y el viaje espiritual del alma. Este ritual también sirve para fortalecer la unidad y la fraternidad entre los miembros de la logia.

Los guantes blancos son un símbolo de pureza e inocencia. En el contexto del funeral, representan el respeto y la igualdad entre los hermanos, destacando que todos, sin importar su rango, son iguales en la muerte. Los guantes también simbolizan la pureza de las acciones y la vida moral del masón.

El mandil blanco es uno de los símbolos más importantes en la masonería. Representa la pureza, la inocencia y la dedicación a la búsqueda de la verdad y la perfección moral.

Cubrir el féretro con un mandil de aprendiz blanco indica que, a pesar de los grados alcanzados en vida, el masón siempre es un aprendiz en la búsqueda del conocimiento y la perfección espiritual[7].

La rosa roja entregada al iniciado simboliza el amor, la pasión y el compromiso con los ideales masónicos. Al deshojarse y esparcirse sobre el túmulo del hermano fallecido, la rosa representa la desintegración del cuerpo y la transitoriedad de la vida y la belleza efímera de la existencia humana. Este acto también simboliza el retorno del hermano a la tierra y su unión con la naturaleza.

La formación de una cadena humana por los hermanos masónicos simboliza la fraternidad y la unidad. Al cerrarse la cadena, se representa la despedida definitiva del hermano, indicando que su espíritu se une al “Oriente Eterno”. Este gesto también refuerza la idea de que la fraternidad es eterna y que los lazos entre los hermanos trascienden la muerte.

El “Oriente Eterno” es un simbólico masónico que representa el paraíso o el lugar de descanso eterno para los masones fallecidos. Es un ámbito de luz y sabiduría perpetua, donde los hermanos se reúnen en una logia celestial. Este término subraya la creencia en la inmortalidad del alma y la continuidad de la fraternidad más allá de la vida terrenal[8].

“Todos te seguiremos de acuerdo con el orden prescrito por el Gran Arquitecto del Universo”.

Esta frase refleja la creencia en un orden divino y en la guía del Gran Arquitecto del Universo. Indica que todos los hermanos seguirán el mismo camino hacia el Oriente Eterno, según el plan divino establecido por el Gran Arquitecto. Es una expresión de fe en la inmortalidad del alma y en el destino común de todos los masones.

Nuestro ritual fúnebre está impregnado de simbolismo que refleja las enseñanzas y sus principios. Cada elemento del ritual tiene una simbología que trasciende lo literal y se adentra en lo espiritual. Por ejemplo:

  • Los guantes blancos y el mandil de aprendiz blanco simbolizan la pureza y la búsqueda de la perfección moral.
  • La rosa roja, tanto en la iniciación como en la muerte, representa el ciclo de la vida y la conexión con la naturaleza.
  • La cadena humana y el concepto del Oriente Eterno refuerzan la idea de la fraternidad eterna y la inmortalidad del alma.

“Tus hermanos te llaman y te lloran, respóndenos”

Ritual Fúnebre

Este ritual no solo honra al hermano fallecido, sino que también sirve como recordatorio para los vivos de los valores y principios que deben guiar sus vidas. Es una celebración de la vida, una reflexión sobre la muerte y una reafirmación de la fe en la inmortalidad y la fraternidad universal.

A los Hermanos que ya decoran el Oriente Eterno

En nombre de los hermanos de la Respetable Logia Upuaut N°9, enviamos un saludo fraternal y lleno de respeto a aquellos que han pasado al Oriente Eterno. Su memoria y legado continúan inspirándonos en nuestra búsqueda de la verdad y la perfección moral. Que su luz siga brillando en nuestros corazones y que su ejemplo guíe nuestros pasos en el sendero masónico.


  1. La muerte no es ningún acontecimiento de la vida. La muerte no se vive. Si por eternidad se entiende no una duración temporal infinita, sino la intemporalidad entonces vive eternamente quien vive en el presente. - Wittgenstein ↩︎

  2. Los grandes imperios del medio oriente (Sumerios-Babilonios – Asiria - Egipto). ↩︎

  3. Una filosofía moral basada en el monoteísmo que inculca la fraternidad entre todos los miembros y la creencia en la inmortalidad. - Johnson ↩︎

  4. La vida no es lo que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla. - Gabriel García Márquez ↩︎

  5. ¡Ay, ay! ¿Qué más me falta desgraciada de mí, para llorar? “Patria, hijos y esposo se me han ido” - Eurípides. Tragedia. Vol. 2. ↩︎

  6. Estamos dispuestos a creer aquello que anhelamos. - Demóstenes ↩︎

  7. Como Aprendiz AA debe aprender sus deberes ante Dios, su prójimo, y a sí mismo. Trabajar en la columna B (del Templo Celestial), y por cierto, se debe enfrentar a una piedra bruta, sin forma y su misión, si desea aceptar, es darle la forma de piedra cúbica, buscando ese ajuste en la construcción del muro aplomado. ↩︎

  8. Los principios fundamentales de la Francmasonería son: La Tolerancia; - El amor a la humanidad; - Y la búsqueda de la verdad. ↩︎

Veritas

Maestro Masón, Investigador

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