“La conservación del poder obliga al príncipe a actuar muchas veces contra su propia palabra, contra la caridad, la humanidad y la religión (Machiavelo)”.
Solicitar la actuación de las fuerzas armadas en situaciones de desorden ciudadano en resguardo de los bienes básicos de uso público. Se presenta como algo socialmente necesario frente a las fuerzas policiales destinadas al orden y la seguridad, sobrepasadas, por los acontecimientos vividos. Las dudas que quedan en el aire son: ¿Qué pasa con los servicios de inteligencia policiales y su capacidad de alerta temprana?.
Existen alternativas políticas destinadas a solucionar la actual crisis social, en donde no se utilicen a las fuerzas armadas, las cuales podemos aplicar, si hay voluntad de hacerlo: Una agenda social en donde las demandas de la gente se vean reflejadas, en plazos y metas concretas. Y por cierto, un mensaje claro que se va a cambiar de rumbo, por ejemplo: De la misma forma en que se envió un proyecto de ley anti-rostro cubierto; hay varios más destinados a castigar con cárcel efectiva, el robo a bienes del Estado; la defraudación de bienes públicos; el cohecho; el peculado; el enriquecimiento ilícito; el nepotismo; y la lista del rosario de pecados es más larga.